martes, 20 de noviembre de 2012

jose vasconcelos apostol de la educacion.


José Vasconcelos.

Apóstol de la educación

 

Federico Lazarín Miranda

 

Introducción

 

El periodo 1920-1940, de “reconstrucción económica”

en México, vio pasar a seis presidentes de la República,1

quienes se distinguieron por dedicar la mayor parte del

gasto público a la administración. Para el efecto tomaron

como eje del crecimiento económico el modelo exportador

de materias primas agrícolas (alimentos de clima templado

y tropical básicamente) e industriales (petróleo, metales

preciosos e industriales), y pecuarios. Ello era una tarea

urgente pues al terminar la lucha armada algunos sectores de

la economía estaban en franca decadencia o incluso en paro

total. Sólo se salvaron de esta situación algunas manufacturas

(las textiles y del zapato por ejemplo) y la producción

petrolera, pero la agricultura estaba muy lastimada.

En el año de 1920 tras el derrocamiento de Venustiano

Carranza, tomó la presidencia, con carácter de interino,

Adolfo de la Huerta quién logró “restablecer la paz interna y

aún más, establecer condiciones que mejoraban la situación

que privó durante la administración carrancista”.2 De la

Huerta tuvo como tarea, entre otras, preparar las elecciones

presidenciales para dar un presidente constitucional

a México. En ese mismo año, Álvaro Obregón ganó las

elecciones.

Obregón ganó con el 95.78% de los votos dejando en

segundo lugar a Robles Domínguez, quien sólo recibió el

4.01% de los votos.3 Así las cosas, el denominado Grupo

Sonora se instauró en el poder y pronto echó a andar su proyecto

económico y político para el país, proyecto que tuvo

como sustento ideológico y legal a la Constitución Política

de los Estados Unidos Mexicanos del año de 1917.

El gobierno de Álvaro Obregón se inició en una situación

nada halagüeña, en lo económico se enfrentaba una crisis

producto de los problemas derivados no sólo de la guerra

interna (1910-1917), sino también del colapso económico

generado por la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Al

final de esta última se había gestado una recuperación y

crecimiento económicos en países como Francia, Alemania,

Austria, Checoslovaquia, Polonia, los Estados Unidos, Gran

Bretaña y el Japón, pero entre los años de 1921 y 1922 se dio

una “repentina y brusca contracción” en esas economías.4

Fue en este México posrevolucionario de reconstrucción

económica e institucional en el que José Vasconcelos Calderón

echó a andar el proyecto educativo de la revolución

mexicana. Hablar de José Vasconcelos es hablar de un

personaje controversial en la historia mexicana del siglo xx.

Militante constitucionalista, anti-reeleccionista, rector de la

Universidad de México, Secretario de Educación, líder del

movimiento estudiantil, filósofo, etc. Es decir, es hablar de

un hombre de múltiples facetas y de múltiples acciones.

En este artículo sólo me referiré a la faceta de constructor

del proyecto educativo nacional que, primero en la Universidad

Nacional y después en la Secretaría de Educación Pública,

plasmó toda una filosofía educativa que se mantuvo vigente

en esa dependencia federal durante todo el siglo xx.

Vasconcelos y la creación

de instituciones educativas

Al proclamarse el Plan de Agua Prieta en 1920, Vasconcelos

se alió con Álvaro Obregón para enfrentar a Carranza. Tras

la muerte de este último, el presidente interino Adolfo de la

Huerta le encargó el Departamento Universitario y de Bellas

Artes, cargo que incluía la rectoría de la Universidad Nacional

de México. Después fue rector de la Universidad Nacional

del 9 de junio de 1920 al 12 de octubre de 1921.

 

Su espíritu iberoamericano, expresado en su obra literaria,

también se observa en el escudo de la unm que la

unam ostenta hasta la fecha que fue propuesto al Consejo

Universitario, en abril de 1921, por el propio Vasconcelos

y en el que plasmó su ideal de que los mexicanos debían

fundir su propia patria con la gran patria hispanoamericana

como una nueva expresión sociocultural y étnica e incluso

racial. El lema que propuso para el escudo sigue estando

vigente en la Universidad Nacional: “Por mi Raza Hablará

el Espíritu”, además desde esta Institución echó a andar la

primera campaña nacional contra el analfabetismo.

En su discurso de toma de posesión de la rectoría de la

unm, Vasconcelos afirmó lo siguiente: “no vengo a trabajar

por la Universidad, sino a pedir a la Universidad que trabaje

por el pueblo”, estas palabras, muestran lo que fue su propósito

como Rector de la esa casa de estudios. Tras reorganizar

la estructura de la Universidad Nacional, Vasconcelos fue

nombrado Secretario de Educación Pública (sep).

El filósofo mexicano dio una interpretación propia

al artículo 3° constitucional para llevar a cabo las líneas

generales en materia de política educativa que planteaba

el propio artículo constitucional: laicidad, obligatoriedad

y gratuidad de la enseñanza impartida por el Estado.

La sep tendría alcance federal (es decir nacional) y

desde esa posición inició un ambicioso proyecto cultural

en el país entre los años de 1921 a 1924. Con José Vasconcelos

la educación adoptó tintes humanistas, es decir,

que el intelectual mexicano no pensaba que la instrucción

de la población se debería circunscribir a la enseñanza de

la lectura y la escritura, el civismo y la historia patria, sino

que además habría de dotar a los individuos de una cultura

más amplia; ello sería posible gracias a la instalación de

bibliotecas públicas en todo el país y a un amplio programa

de publicación de textos de literatos y científicos nacionales

y extranjeros.5

Vasconcelos propuso el proyecto de la sep al propio presidente

Obregón y negoció ante los diputados del Congreso

de la Unión y de las legislaturas locales de algunos estados

de la República, con los gobernadores de los estados y el

magisterio nacional la creación de esta Secretaría, que nació

con tres departamentos: el Escolar, que se encargaría de

impartir la instrucción primaria, normal, media superior y

superior; el de Bibliotecas, que serviría de apoyo al anterior

con un proyecto editorial de largo alcance de publicación

de obras de los clásicos de la literatura y filosofía nacional

y mundial, así como el establecimiento de bibliotecas

públicas. En este sentido Vasconcelos albergaba la idea de

que se fundara una biblioteca pública en cada municipio

del país; y el de Bellas Artes, encargado de difundir el arte

y la cultura.

De esta forma el filósofo mexicano pretendía ofrecer una

educación integral a todos los mexicanos: niños y adultos.

Así se crearon programas de instrucción popular, la edición

de libros y la promoción del arte y la cultura. Del mismo

modo, la campaña alfabetizadora que inició en la unm fue

llevada a la sep creando una Dirección y la puso a cargo

de Eulalia Guzmán. La estructura básica que Vasconcelos

dio a la sep sigue siendo la misma hoy en día, solo que ha

crecido de manera descomunal.

La visión de la educación de Vasconcelos

Entre 1921 y 1923 la educación en manos de José Vasconcelos

adquirió un sentido nacionalista y culturizante. Propuso

la lucha contra el analfabetismo, las escuelas rurales (o Casas

del Pueblo), la difusión de la lectura, el impulso a las artes,

el intercambio cultural con el extranjero y la investigación

científica, con todos estos elementos dio forma al nuevo

programa educativo para el país.

Nuestro personaje pretendía, con esas dependencias “…

transformar a las masas marginadas en grupos de individuos

productivos y creadores, (así) la población se integraría en

una unidad nacional libre y democrática”, para Vasconcelos

la educación consistía en “modelar a los hombres para una

función social”, de tal manera, que la educación no sólo era

culturizar a los pueblos, sino que consistía en prepararlos para

desarrollar una función dentro de la sociedad; con esa idea

pugnó por la “transformación de nuestras antiguas Escuelas

de Artes y Oficios en modernos institutos técnicos” antes

que crear una Universidad, así pretendía que la sep formara

mecánicos, técnicos industriales de todos géneros y todo tipo

de trabajadores que aplicaran la ciencia en la industria.

La educación para Vasconcelos no era sólo para el

habitante de las ciudades, sino también la enseñanza en el

campo era su preocupación; él pensaba que el indígena no

debía ser exterminado, ni recluido en reservaciones, sino

que debía ser integrado al desarrollo social, pues pensaba

que el campesino no era un ser falto de inteligencia o infrahumano:

“No concibo que exista diferencia alguna entre

el indio ignorante y el campesino francés ignorante o del

campesino inglés ignorante; tan pronto como unos y otros

son educados, se convierten en auxiliares de la vida civilizada

de sus países y contribuyen, cada uno en su medida

al mejoramiento del mundo”. Tres instituciones serían las

encargadas de la educación campesina:

a) La escuela rural que llevaría las primeras letras al medio

rural, es decir, se encargaría de llevar la campaña

de alfabetización que en las ciudades correspondía a

las escuelas primarias.

 

b) La escuela de la comunidad que llevó la tarea de

organizar a la comunidad alrededor de la actividad

económica predominante en cada región con el fin

de favorecer su desarrollo social, cultural y económico.

c) Las “misiones culturales” que buscaban el mejoramiento

profesional del maestro rural y el progreso

material de la comunidad.

Vasconcelos pugnó por crear una estructura educativa para

la gran mayoría, es decir, que abarcara a todas las capas

sociales, por eso fundó las escuelas primarias para el área

urbana, las rurales para el ámbito campesino.

Además, la educación de esas dos regiones, por medio

de escuelas técnicas propias a cada ámbito, proporcionaría

incentivos económicos para el pueblo en general y, al mismo

tiempo, se procuraría el progreso económico y cultural del

país. Pero no sólo se preocupaba por el nivel primario, él

pensaba “que la educación superior [debía] buscar impartir

conocimientos más aplicables a la vida práctica”; en este

sentido se opuso totalmente a las universidades que denominaba

de “tipo antiguo en las cuales se educaban poetas y

gramáticos, tipos sociales muy agradables, pero poco útiles”

y proponía que las universidades cultivaran “una ciencia

que” conquistara “el bien, no solamente el bien teórico, sino

el bienestar económico de todos los hombres”. Para logarlo

se impartirían “enseñanzas de carácter científico, práctico

y útil” que convertirían “a cada uno de” los alumnos “en

productores de riqueza, que” sustituyeran “a los profesionales

de antigua especie, que por lo común vivían para la

política o la burocracia, mientras que nuestros recursos

naturales quedaban vírgenes”.

También instrumentó una ideología educativa que

sustentaba dos objetivos fundamentales: el primero, pretendía

convertir al pueblo mexicano en un pueblo culto;

que supiera leer, que conociera las grandes obras de los

clásicos tanto mexicanos como extranjeros, que tuviera

un conocimiento general amplio, etc.; el segundo buscaba

lograr el mejoramiento económico de los habitantes del país

mediante la formación de escuelas técnicas y la enseñanza

de conocimientos prácticos.

José Vasconcelos fue un personaje carismático y capaz

de entusiasmar a sus colaboradores, hizo de los maestros

rurales un ejército de paz y de cada profesor, según su propia

metáfora de raíz católica, “apóstoles de la educación”. Al

trabajo de los maestros rurales sumó el apoyo de materiales

didácticos, nunca antes utilizados en México, que van desde

la edición masiva de algunas de las más grandes obras del

pensamiento europeo y occidental que fueron distribuidas

por todos los rincones del país. La radio y la cinematografía,

dos tecnologías de comunicación masiva que iniciaban

en aquellos años fueron ampliamente utilizadas en la sep.

Radio Educación es una de las estaciones más antiguas de

México y el mundo, o el proyecto de las Misiones Culturales,

inspirado en el trabajo de los misioneros del período colonial,

que se concentraron su trabajo en poblaciones menores

de 2,000, para “llevar cultura y progreso a sus habitantes”

y mejoramiento profesional a los maestros rurales, pues

muchos de estos últimos sólo habían estudiado hasta el

sexto año de primaria.

El maestro mexicano fue un integrador de distintos

proyectos educativos y supo conformar un equipo de trabajo

de primer nivel, así personajes como la propia Eulalia

Guzmán (campaña alfabetizadora), Rafael Ramírez (educación

rural), Miguel Bernard (educación técnica), la escritora

chilena Gabriela Mistral (educación técnica femenina),

Adolfo Best Maugard (dibujo), Carlos Pellicer Cámara

(poeta), entre otros, fueron los personajes que le ayudaron

a construir el aparato educativo para el país, además

de crear el ejército infantil, donde cada niño que supiera leer

y escribir iba a impartir estas enseñanzas a los adultos.

Además, inició un ambicioso programa de intercambio

educativo y cultural con otros países americanos, las llamadas

“embajadas culturales”, que llevaron a algunos de los

más brillantes estudiantes mexicanos de la época a entrar

en contacto a edad temprana con sus pares de Argentina,

Brasil, Colombia, Perú y otros países de América Latina.

También apoyó a multitud de artistas e intelectuales.

A algunos de ellos los convenció para que se establecieran

en México y –con ellos– “ideó nuevas fórmulas de expresión

artística, masiva, que a pesar de sus tintes políticos y

propagandísticos tienen valor estético”. Tal fue el caso de

muralistas como David Alfaro Siqueiros, José Clemente

Orozco y Diego Rivera. En el edificio de la sep, que se

levantó sobre las ruinas de un antiguo convento católico,

plasmó su ideal educativo al solicitar al propio Diego Rivera

que decorara los muros internos del inmueble con temas

alusivos a la educación posrevolucionaria, desde la primaria

rural y urbana hasta la superior pasando por la técnica.

Un aspecto importante de su proyecto educativo fue la

reconstrucción o construcción de edificios públicos para la

difusión de la cultura, como el Estadio Nacional, escuelas

públicas de diferentes niveles, bibliotecas y, de manera

más general, los edificios destinados a albergar el aparato

burocrático del sistema educativo a lo largo y ancho de la

nación.

Vasconcelos, sin embargo, encontró difícil conciliar su

condición como pensador independiente con las exigencias

de los cargos de gobierno que ejerció. Además, su relación

con Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles estuvo siempre

mediada por la desconfianza que le inspiraban los mexicanos

del norte de la república. Hábil para acuñar punzantes

metáforas, frases célebres o para ridiculizar a sus adversarios

en debates o en intercambios epistolares, en más de una

ocasión expresó, con un dejo de desdén, que en México

la civilización terminaba donde empezaba el consumo de

carne asada, en obvia referencia a las regiones del norte de

México, de donde provenían Obregón y Calles.

Es por eso por lo que, luego de un brillante inicio

como funcionario público, Vasconcelos decidió renunciar

a la cartera de Educación Pública, al conocer la noticia de

que Obregón había elegido a Calles como su sucesor en la

presidencia de la República, cargo al que se creía merecedor

el propio Vasconcelos, e incluso en las elecciones presidenciales

de 1929 contendió en contra del mismo Obregón

oponiéndose a la reelección de este último. Proceso electoral

del que salió decepcionado por el fraude orquestado por los

sonorenses, para dar la presidencia a Obregón, hecho que

motivó la movilización de los estudiantes universitarios,

que pronto fueron reprimidos por el gobierno de Calles

resultando un estudiante muerto, por lo que el filosofo

mexicano decidió autoexiliarse en los Estados Unidos.

Tiempo después regresó a México para dedicarse a satisfacer

su pasión por la escritura, el análisis filosófico y la polémica.

Además, tuvo una participación destacadísima en las luchas

por obtener la autonomía de la Universidad Nacional, al

lado de Manuel Gómez Morín y otros personajes destacados

de la década de los veinte.

Conclusiones

José Vasconcelos fue un personaje controversial, al estudiar

su vida encontramos que su participación política

fue de vaivenes. Apoyó a Francisco I. Madero, después a

la Convención, fue Secretario de Instrucción Pública de

Eulalio Gutiérrez durante el mes que duró su presidencia,

después se unió a las fuerzas de Álvaro Obregón. Pero

en 1924 rompió con “el Caudillo”, cuando éste último

decidió designar a Plutarco Elías Calles como su sucesor

en la presidencia de la República. Más tarde se presentó

como candidato en las elecciones presidenciales de 1929,

enfrentándose nuevamente a Obregón, se auto exilió cuando

uno de sus seguidores fue asesinado en las protestas que

generó el fraude electoral que dio el triunfo a Obregón. En

fin, fue un hombre que ayudó a forjar del sistema político

mexicano posrevolucionario, pero también fue un hombre

que enfrentó ese sistema.

Como pudimos observar a lo largo de este ensayo,

José Vasconcelos también fue un apóstol de la educación,

él dio vida a la sep y los proyectos educativos que ella se

encargaría de echar a andar. La sep, que a pesar de haber

crecido como lo hizo en el siglo xx, sigue conservando las

características básicas que le imprimió el filósofo mexicano,

en cuanto a su estructura y a la filosofía educativa, es

decir, la educación masiva de la población a través de una

dependencia de alcance federal. Para finalizar reproduciré

un fragmento del discurso que José Ingenieros dedicó a

nuestro personaje en el año de 1922, cuando Vasconcelos

visitó la Argentina y los escritores argentinos le ofrecieron

un banquete que describe muy bien al Vasconcelos “Apóstol

de la educación”:

Comprendiendo el sentido histórico de la hora en que le tocó

vivir, fue desde 1908 revolucionario; y por haberlo sido contra

el despotismo y contra el privilegio, posee hoy, desde el gobierno,

orientaciones firmes e ideales constructivos. Los grandes

hombres no suelen recoger migajas en los festines oficiales de los

opresores, sino alzan la voz contra todas las formas de opresión,

de la inmoralidad y de la injusticia. Porque fue revolucionario

Vasconcelos sabe hoy ser patriota, en esa noble significación

del patriotismo que consiste en honrar a la patria con obras

buenas y no explotarla con declamaciones malas. Porque fue

revolucionario tiene el vehemente deseo de acrecentar la justicia

en la sociedad, sin encadenar voluntades a ningún dogmatismo

de secta o de partido. En la dirección de la Preparatoria, en el

rectorado de la Universidad, en la federación de la enseñanza,

en la organización de las Bibliotecas Populares, y finalmente

en el Ministerio de Instrucción Pública, ha demostrado ser un

espíritu nuevo, uno d elos pocos espíritus incontaminados por

las pasiones malsanas que dejó la guerra europea, que pueden

contemplar la situación actual del mundo sin ateojeras germánicas

o aliadas.7

Notas

1 Álvaro, Obregón (1920-1924), Plutarco Elías Calles (1924-1928),

interino Emilio Portes Gil (1929-1930), Pascual Ortiz Rubio

(1930-1932), interino Abelardo L. Rodríguez (1931-1934) y Lázaro

Cárdenas (1934-1940).

2 Matute, Álvaro. Historia de la Revolución Mexicana, 1917-1924. La

carrera del caudillo. México, El Colegio de México, 1980, p. 185.

3 inegi. Estadísticas históricas de México. México, inegi/inah, 1988,

p. 291.

4 Aldcroft, Derek H.. Historia de la economía europea, 1914-1980.

Barcelona, Crítica, 1989 (184), p. 47.

5 sep. Memoria 1922, T. I.

6 Kay Vaughan, Mary. Estado, clases sociales y educación en México.

México, sep/fce (sep/80’s, 28), 1982, Antonio H Barbosa.

Maestros de México. México, 1973 y José Vasconcelos. Textos sobre

educación. México, sep/fce (sep/80’s, 8), 1981.

http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Vasconcelos_

Calder%C3%B3n#Ap.C3.B3stol_de_la_educaci.C3.B3n

7 unam. José Ingenieros. José Vasconcelos. México, unam (Latinoamérica.

Cuadernos de Cultura Latinoamericana, 74), 1979, p.7.

Federico Lazarín Miranda. Es profesor-investigador titular adscrito

al Departamento de Filosofía en la Unidad Iztapalapa de la uam.

Correos electrónicos: flm@xanum.uam.mx /lazarin24@terra.com.mx

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